El galardonado propone una dicotomía entre la concepción del tiempo musical occidental y oriental, entre lo que él ha llamado “tiempo horizontal y tiempo vertical”.
Capuçon interpreta una selección de sus obras favoritas de Strauss, rindiéndole homenaje a su innovador mundo sonoro del Romanticismo tardío y a sus composiciones de cámara.
Para el Teatro Colón parece que no existen más que cuatro óperas de Giacomo Puccini: 'Madama Butterfly', 'Tosca', 'La Boheme', y la póstuma 'Turandot'.Hace más de veinte años que no se programan 'La Fanciulla del West' y 'Manon Lescaut';
La representación de noventa minutos en la sala de teatro de cámara del MiR, ovacionada por el público, puede calificarse de genial en el verdadero sentido del término, con escenografía de Sarah Wolters y vestuario de Hedi Mohr, con motivos de Piet Mondrian.
La escenografía ofrecía unas efectivas proyecciones videográficas que hubieran sido suficientes para ambientar la acción de la ópera y dejar libre el modesto escenario del Teatro Colón.Pero Emilio López optó por invadir el escenario con unas ridículas mini-pirámides mayas, y unas horrendas y descomunales calaveras con lucecitas parpadeantes en las órbitas.
Con estos mimbres podía haber sido una gala maravillosa o simplemente de relleno, y algo hubo de las dos cosas.Ángela Meade fue maravillosa, pero como pasa en este tipo de galas cantó poco para lo que los aficionados hubiéramos deseado